La nata centrifugada obtenida es una nata de suero, que, tal cual, puede ser vendida, utilizada para hacer mantequilla o añadida a la nata desnatada, prestándose a convertirse en una interesante fuente de ingresos adicionales gracias a la extracción de los residuos producidos que pueden transformarse fácilmente, por ejemplo, en complementos farmacéuticos y/o alimenticios. En particular, después del primer ciclo, el 35% de las proteínas y el 80% de los aceites y grasas animales se extraen de las muestras de suero, mientras que el 80% de las proteínas y el 85% de los aceites y grasas animales se extraen del agua de lavado de las queserías.
Los aceites y grasas se disponen en la superficie y, por lo tanto, pueden eliminarse con simples sistemas de espátula.
Una vez eliminadas las grasas, durante el segundo ciclo en aguas ya libres de moléculas de grasa y proteínas, se reducirán la DQO y la DBO.
Según los experimentos realizados, después del tratamiento, el suero ve ambos valores reducidos en un 36% mientras que las aguas de lavado de las queserías ven ambos valores reducidos en un 11%.
Finalmente, de los análisis de laboratorio surge una acción inesperada: en los líquidos sometidos a los dos ciclos, también intervienen sales disueltas produciendo un aumento interesante de la conductividad de los fluidos.