El uso de cavitación hidrodinámica resultó en una eliminación del 100% de Escherichia coli en muestras de leche inoculadas con 1 × 104 y 1 × 106 ufc mL-1 de E. coli, 99% y 99,14% de eliminación de Listeria monocytogenes en muestras de leche inoculadas respectivamente con 1 × 104 y 1 × 106 ufc mL-1 de L. monocytogenes, mientras que en el caso de muestras de leche inoculadas con 1 × 104 y 1 × 106 ufc mL-1 de Pseudomonas fluorescens, se requirieron tiempos de residencia más cortos para lograr una eliminación del 100%.
La cavitación hidrodinámica en combinación con el tratamiento térmico (63 °C) condujo a la inactivación de las células de Listeria en la leche descremada; sin embargo, la tasa de inactivación disminuyó al aumentar el contenido de grasa.
Después del tratamiento con cavitación hidrodinámica, se observó una reducción > 99% de E. coli y Saccharomyces cerevisiae (tanto en solución salina como en suspensión de leche UHT), una reducción del 72% de Lactobacillus acidophilus en solución salina y una reducción del 84% de L. acidophilus. en leche UHT en comparación con el nivel de inoculación inicial de 1 × 10^4 ufc ml-1.
Los escaneos con microscopio electrónico sugirieron que la cavitación causa daños externos e internos extensos a los tres microbios probados, con vesículas de lipopolisacáridos que se forman en la pared celular de E. coli, lo que lleva a la fragmentación después de la formación de la emulsión. Cuando se procesó a velocidades de rotor de 3.000 y 3.600 rpm (cavitación hidrodinámica), la leche desnatada mostró una reducción de 0,69 y 2,84 ciclos log-ufc (putrefacción anaeróbica de Clostridium sporogenes 3.679 esporas).
Además, se ha descubierto que la cavitación hidrodinámica es eficaz para reducir la capacidad de formación de biopelículas de varias esporas (Geobacillus stearothermophilus, Bacillus licheniformis y Bacillus sporothermodurans) en superficies de acero inoxidable.
Esta tecnología de baja tasa se puede utilizar para descontaminar la leche de metales pesados sin comprometer sus propiedades físicas, químicas y microbiológicas. La cavitación hidrodinámica ha demostrado ser muy eficaz para reducir la carga microbiana. Su aplicación en combinación con métodos industriales tradicionales como el calentamiento, o sola, será un sistema más eficiente y rentable para mejorar la calidad y seguridad de los alimentos.