Los galpones donde primero se clasifican las matrices y luego se preparan para ser tratadas en nuestros aparatos están todos en depresión. Un sistema de doble puerta permite que los camiones entren y descarguen directamente en la "boca" de los sistemas de abducción pero, al mismo tiempo, inhibe su salida, evitando así la dispersión de malos olores al exterior. Todo el aire interno, también para mantener constante la depresión, se envía mediante bombas a los gasificadores y/o sopletes de plasma.
En el caso del tratamiento en la planta de lodos de depuradora, se adoptará tecnología de desodorización biológica mediante un filtro biopercolador propiedad de uno de nuestros socios comerciales. Gracias a este sistema se combinan las cualidades del lavado a contracorriente con las de un sistema de filtración biológica. El funcionamiento es similar al de un filtro percolador en el que, sin embargo, el agente percolador no es la sustancia a purificar sino el agente purificador.
De hecho, se trata de una solución acuosa activada con cepas microbianas especiales que metabolizan las moléculas olorosas instalándose en la gran superficie del soporte especial. Los filtros biopercoladores tienen la ventaja de poder tratar altas concentraciones de contaminantes y permitir la aplicación de elevadas cargas específicas con la consiguiente reducción del volumen del lecho filtrante y de la superficie utilizada.