Los camiones recolectores que accederán a la zona de clasificación, en depresión, a través de una compuerta de descompresión de doble puerta que impide la salida de posibles emisiones y moléculas de olor.
Dentro de la zona de la depresión, los materiales, antes de convertirse en las matrices a utilizar, pasarán por unos procesos de pretratamiento mecánico.
Comenzaremos con una reducción dimensional (trituración) que permite reducir el tamaño de los residuos para facilitar las operaciones de tratamiento posteriores.
A continuación seguirá un ciclo de separación que aprovechará las diferentes propiedades físicas que se poseen (dimensiones, densidad, magnetismo, propiedades ópticas, etc.). Los residuos serán sometidos a selecciones sucesivas en cascada para obtener productos únicos con grados de pureza aceptables. En esta fase se desechará todo lo que pueda reciclarse en otros procesos (metales y vidrio fundamentalmente), así como se eliminarán fragmentos de cerámica, mampostería y todo lo que no sea orgánico.
El exceso de humedad se eliminará mediante un secado que aprovecha parte del exceso de calor generado por la gasificación.
Un segundo ciclo de trituración, también mediante molino de bolas si el tipo de matriz lo requiere, reducirá la matriz a dimensiones extremadamente pequeñas y homogéneas.
Si es necesario, las matrices que no se desechen de la separación anterior se pueden compactar y briquetar para formar masas para un uso posterior más homogéneo.