Tras una adecuada estancia en el biodigestor, obtendremos una mezcla gaseosa formada principalmente por metano y dióxido de carbono, que contiene pequeñas cantidades de hidrógeno, y un lodo muy líquido, con una fracción sólida en torno al 5%, no totalmente estabilizado (la materia orgánica es no completamente degradado).
El gas produce energía o, tras la separación de sus componentes, energía y metano. Tras la separación del agua mediante fitopress, esta se recupera mientras que la fracción seca se utiliza como abono biológico. Cualquier exceso de nitrato puede evaporarse en forma de nitrógeno inofensivo, haciendo que el compost de calidad descanse. Se puede añadir con cenizas de gasificación utilizadas como mejorador del suelo.