Nuestra tecnología ha sido diseñada principalmente para uso en obra pero, con una correcta planificación, puede montarse en plantas de mayor tamaño obteniendo excelentes economías de escala.
Nuestra tecnología se puede aplicar para realizar lavado de suelos o remediación de suelos.
En función del nivel de contaminación del suelo optaremos por realizar un lavado de suelo u optar por la remediación del suelo.
Nuestro sistema de lavado de suelos (lavado del suelo con agua y químicos) se utiliza para casos menos graves o si necesitamos recuperar el agua de acueductos o realizar captación de agua en sitios comprometidos. Utilizamos cavitación controlada añadiendo o no productos químicos; al tratarse únicamente del agua, la sustancia química utilizada podría ser ozono extraído directamente del aire; También aplicamos la irradiación del líquido mediante UV.
Nuestro sistema de remediación de suelos (eliminación completa de contaminantes en lugares particularmente comprometidos como, por ejemplo, en presencia de amianto disperso y fragmentado) está reservado para los casos más extremos. Combinando cavitación controlada, gasificación y soplete de plasma podemos eliminar completamente los contaminantes. El sistema puede sostenerse energéticamente.
Me gustaría señalar que nuestros sistemas, aunque modulares, están concebidos y estructurados como una línea completa capaz de tratar una cantidad específica de suelo.
Por tanto, para aumentar la capacidad nominal bastará con colocar otros sistemas junto al primer sistema hasta alcanzar la capacidad de tratamiento deseada.
La mayoría de nuestros especialistas y técnicos proceden del sector Oil & Gas y, por ello, a todos ellos se les ha enseñado, desde el principio, que se debe evitar cualquier vertido al suelo. Esto no es sólo para problemas ambientales obvios sino también para evitar protestas costosas y molestas por parte de los movimientos ambientalistas.
El primer sector con el que incursionamos, además por supuesto del de origen, fue el relacionado con la minería.
Posteriormente, gracias a estudios en profundidad que nos llevaron a presentar numerosas patentes en rápida sucesión, le llegó el turno al amianto: muy extendido en todo el mundo, a veces todavía utilizado, es la principal causa de tumores en el hombre, pero no lo hemos entendido. no sólo cómo derrotar sus fibras perniciosas, sino, sobre todo, cómo descomponerlas en las materias primas que contiene, transformándolas de un problema difícil de resolver en algo de lo que vale la pena deshacerse porque permite ganar dinero a quienes lo hacen. .
Finalmente, hemos empezado a aplicar nuestras patentes y nuestra maquinaria a todos los problemas del “lavado de suelos” ya que el progreso, en realidad, es amigo de la naturaleza y, muchas veces, puede solucionar los daños causados por tecnologías anteriores.