En todos los países en los que operamos creamos empresas locales para actuar en pleno cumplimiento de la legislación vigente.
La construcción y montaje final de nuestros equipos se realiza en Italia.
En la naturaleza no hay “residuos”: todo se recupera y se vuelve a poner en circulación en un círculo virtuoso.
Por tanto, cualquier residuo enviado a vertederos no representa una solución sino un empobrecimiento de la generación actual y un problema posterior a gestionar para las generaciones futuras.
Desarrollamos y producimos innovaciones para hacer esto posible y transformar nuestro planeta en un lugar más habitable.
Nada se crea y nada se destruye sino que todo se transforma: es nuestro deber preciso aplicar las innovaciones tecnológicas para el progreso y para la preservación de nuestro planeta dotado de recursos abundantes pero limitados.
A menudo, para resolver un problema basta con un "huevo de Colón".
A veces los grandes inventos nacen de la aplicación de soluciones ya conocidas en entornos diferentes a los que originalmente fueron pensados y desarrollados.
Pertenecemos a la "vieja escuela": creemos que sólo aplicando todas las disciplinas juntas podemos realmente entender cómo simplificar problemas para otros insolubles.
Esto nos lo enseñan Aristóteles, Arquímedes, Pur-Sina, Leonardo da Vinci y cientos de otros genios del pasado.
Además, para nosotros el respeto por el medio ambiente y por las personas es una prioridad: la tecnología se desarrolla para estar a su servicio y no al revés; no somos los "inhumanos" habitantes de Industria, tan bien descritos por Alexander Key en "La marea increíble".
Somos amantes inteligentes de la sostenibilidad y buscamos el progreso tecnológico de la humanidad, conscientes de que la tecnología, bien aplicada, puede realmente salvar este planeta de sus destructores.